Petra Ramos, Heroina Anónima

En la apasionante, intrigante y azarosa vida de doña Petra que se relata, se destaca:
Su heroico comportamiento durante el éxodo del Real Colegio, haciendo una marcha épica, con un niño de pecho, otro con sarampión, cuatro pequeños más y dos amas, en un carro tirado por una mula, sin apenas subsistencias, en pleno invierno y atravesando media España y Portugal, hasta llegar a Sevilla después de tres meses y medio de penoso viaje, en el que murieron dos cadetes a causa de los rigores del tiempo.
Una gran lealtad hacia su marido, mostrándole su aliento y apoyo incondicional en su proyecto de creación y dirección de la Academia Militar de Sevilla, origen de la actual Academia General Militar y de la Milicia Universitaria, parte de un ambicioso proyecto docente destinado a formar de urgencia a 8.000 oficiales para incorporarse a los ejércitos de operaciones, tan necesarios para luchar contra los franceses.
El gran amor hacia su familia permaneciendo al lado de su marido, a pesar de los avatares de la guerra, cuando en esta ciudad se entera de que le han sido secuestrados todos sus bienes, ante la disyuntiva de seguir con él perdiéndolo todo o regresar a Segovia donde le restituirían sus propiedades.
Su gran coraje, cuando su esposo se retira a la Isla de León por la inminente ocupación francesa de Sevilla y ella tiene que quedarse en la ciudad por estar embarazada y no poder seguirle. Siendo acogida en la Casa de Niños Expósitos, se enfrenta a los afrancesados que pretendían que llamara a su esposo para unirse a su innoble causa y cuando da a luz, como no le permiten salir de la ciudad, urde una trama para reunirse con su marido burlando los controles franceses de Sevilla y el sitio a la Isla de León.
Su épica huida de Sevilla a la Isla de León con un niño de pecho, otro con secuelas del sarampión, cinco pequeños más y dos amas. Cuando, al fin logra su sueño, su marido fallece al poco tiempo, a la temprana edad de 46 años, agotado por el gran esfuerzo realizado formando oficiales de urgencia para derrotar a los franceses.
Petra se queda con sus hijos y amas en la Isla de León y su hijo José ingresa en la Academia Militar, restablecida por su marido en esta ciudad, que se convertiría en la Escuela Militar del 4º Ejército.
Terminada la Guerra de la Independencia Petra regresa a su tierra en la mayor pobreza, víctima de la guerra y del amor, sin que pudiera dejar a sus hijos los bienes materiales que por su cuna les correspondían. No obstante, les dejaría impreso en sus corazones el bello sentimiento del amor por la familia y por su Patria. Dos de sus hijos, siguiendo los pasos de su padre, alcanzarían el grado de coronel de Artillería y otro fallecería siendo cadete del Real Colegio.